Soy Milla

No tengo idea de cómo podría describirme, he tratado, pero no me sale nada… :-(

Mis favoritos

• Libros: de L. Ronald Hubbard (hasta ahora) La Evolución de una Ciencia y Battlefield Earth y Buckskin Brigades (en ficción).
• Otros autores: Asimov (ficción), Tolkien, Neruda, Martí, Miguel Ángel Asturias, Galeano, Castaneda (los 5 primeros), Vargas Llosa, Cortázar.
• Música: Sting, Steve Hackett, Serrat, Freddie Mercury, Yes, David Pomeranz, Led Zeppelin, Pink Floyd, Puccini, Bethooven.
• Cine: Mis favoritas de todos los tiempos son: Glory, Dances with Wolves, The Godfather (I, II y III), JFK, Out of Africa, The Last Emperor, The Last Samurai, Braveheart y, naturalmente, Star Wars (I-VI), más o menos en ese orden.
• Pintura: Leonardo.
• Color: Depende para qué.
• Ciudades: Todos Santos, Tikal y Antigua (Guatemala), Assisi (Italia), Granada (España), Altos de Chavón (República Dominicana), Boston (EEUU), Cuenca (Ecuador), Tegucigalpa, (Honduras), Valparaíso (Chile).
• Cocina: Guatemalteca, hondureña, italiana, china, japonesa y mexicana.
• Lugares: Con muchos árboles grandes, poco frondosos y de hojas pequeñas y agua…. algo así como esto.

Sobre mi familia

Mi familia es muy entretenida. ¡Imposible aburrirse con ella! Cada miembro es un personaje digno de novela… ¡en el buen sentido! :-D

Sobre mi organización de Scientology

La Misión de Scientology de Santo Domingo tiene una larga historia, llena de aventura y acción. Somos un equipo de bien en propósito y con las… agallas bien puestas. Nuestra especialidad es lograr cosas imposibles de lograr.

Cómo me hice scientologist:

Mis amigos «dianéticos», quien es ahora mi esposo y quien es ahora mi compadre, muy emocionados me invitarona a un evento «super especial». Yo, no de demasiada buena gana, asistí entonces, por primera vez, a un evento en el Museo de Historia Natural, en agosto de 1988. De Venezuela había llegado un alto ejecutivo a presentar nada menos que la inauguración del Freewinds.

En ese momento, no entendí nada de nada, absolutamente NADA. Del evento, sólo recuerdo una película de un barco (¡posiblemente era hasta en inglés!) donde un grupo de marinos lo estaban bautizando con una botella de champagne… Luego, interminables e incomprensibles discursos de otros marinos y después –ya en vivo– un tipo largo y flaco habló de una cosa llamada “Puente” que “se subía”. El tal “Puente” era una hoja grande que tenía cosas escritas con tinta roja en columnas, pero desde donde yo estaba, muy atrás, no se veía nada. Sin embargo, recuerdo claramente que me impresionó ver en la entrada de la conferencia a quien era entonces la Directora de la Misión, con una enorme barriga, como de 8 meses, distribuyendo Hojas de Bienvenido. Recuerdo haber pensado: “Wow, pero esta muchacha debería estar descansando en su casa, con esa barriga”. Ironías “del destino”, ¡ja ja! ¿Cómo podía imaginar entonces lo que me esperaba A MI?

Lo bueno de esto es que me permite siempre recordar cuántos años tengo en Scientology: ¡la edad del Freewinds!

Luego de esa desafortunada experiencia, mi hoy esposo, que estaba haciendo el Curso de Auditor de Dianética en la Misión, me auditó un día. Y en esa, mi primera sesión, me fui derechito a mi segundo día de vida… todo era TAN grande!

Bueno, aquello fue, naturalmente, suficiente para mí y me di cuenta que en esta «extraña» cosa que era Dianética, definitivamente había algo que conocer, que había algo de verdad ahí y que yo necesitaba aprender. Tenía a todo el grupo loco y desesperado con mis críticas y cuestionamientos, totalmente infundados, claro, ya que no sabía absolutamente nada sobre lo que estaba supuestamente criticando. Así que en un arranque de cordura (por el que agradezco al Infinito), decidí cerrar la boca y abrir los ojos y los oídos y disponerme a aprender algo que podía ser valioso. ¡Y vaya que sí aprendí!

Mi mensaje para ti: No desperdiciemos este breve respiro en la eternidad.

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