Cuando el editor Sandy Smith, de Panorama [un programa de «reportajes de investigación» de la BBC de Londres], comisionó a su reportero favorito para hacer un programa sobre la Iglesia de Scientology, cometió un grave error.
John Sweeney –opción preferida, agresiva y tenaz de Smith– carece de la dignidad y el tacto requeridos para una historia que, al menos en apariencia, trata sobre las actividades y prácticas de una religión. Como lo explica el mismo Sweeney: sus tácticas no tienen nada que ver con el periodismo inteligente:
«Hay tres reglas en periodismo. Primero, encuentra un cocodrilo. Segundo, clávale un palo en un ojo. Tercero, retrocede y reporta lo que sucede entonces.»
Sweeney formó un equipo con su productora Sarah Mole, de nombre muy bien puesto [ya que «Mole» en inglés significa «topo», es decir, espía], quien, por instrucciones de Sweeney ya se había desempeñado como «topo» en una organización religiosa para un programa anterior de la serie «Sweeney Investiga». Juntos, planearon preparar un programa que siguiera el patrón clásico de los periodistas haraganes:
Un ejemplo simple lo demuestra: visite un sitio web antisemita, entreviste a gente que hace alegatos indignados y después busque algunos judíos y «pregúntele» a cada uno: «Se dice que ustedes controlan todo el comercio y actividades bancarias en el mundo…», o «Se dice que ustedes son los mensajeros del diablo,» o «Se dice que todos los judíos son criminales codiciosos y egoístas.» No se moleste en mirar sus prácticas o actividades, sólo dispare las acusaciones. Naturalmente, la gran mayoría de la población que viera esto, lo descartaría como propaganda de la peor calaña.
Y esto es exactamente lo que hicieron Sweeney y Mole con el programa sobre Scientology. Consiguieron una reacción. Lo que no consiguieron fue una historia de que ilustrara a nadie.
[Traducido de la sección «Introducción» del sitio (en inglés) Panorama –de la BBC– desenmascarado, preparado por la Revista Freedom online.]
En este enlace, pueden ver el documental (en inglés por ahora) que presenta la historia verdadera.
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El próximo domingo 20 presentaremos este documental en la misón, con la traducción correspondiente. Coordina con Ariel la hora y ¡reserva tu asiento!
La verdad, me quedé boquiabierta por la agresion dirigida del reportero. Quedó manifiesto que su manejo es a traves del odio. Y no lo justifiquen diciendo que no se controló. Nadie puede controlar sus verdaderas intenciones, cuando existen. Arriba Scientologists, la verdad siempre prevalece.