Soy Iñaki

Es difícil decir cómo me describo… el otro día coincidí en el metro con una pareja que llevaba una niña de a penas un año en un carrito. Ellos iban leyendo algo a su aire y la niña iba llamando la atención del resto de los pasajeros y en poco tiempo todos habíamos pasado de estar introvertidos con nuestras cosas a estar sonrriendo a las muecas de la enana… Yo intento ser como ella y, a veces, lo consigo.

Mis libros favoritos

Los que no puedo dejar de leer y me da pena llegar al final. Me gustó mucho La casa de los Espíritus pero fué drásticamente desplazada por Cien años de soledad. Me inicié con los tebeos, Mortadelo, Zipi y Zape, Mafalda… y fuí pasando a los libros de aventuras como la serie de Los Cinco. Hubo un tiempo para la literatura fantástica, que ahora estamos retomando para Bruno, del que Tolkien es mi favorito. Me reí mucho con Mi familia y otros animales de Gerald Durrell. El Principito, El lobo Estepario, Juan Salvador Gaviota, El peregrino astral, El tercer ojo, San Manuel, Bueno y Martir… me animaron a leer libros de «comerse el coco». Conocí a Cris y vinieron Becquer, Neruda, Cernuda… pero no soy muy lector de poesía (prefiero escucharla cantada por Serrat, Silvio, Sabina…) Una asignatura de literatura universal que tuve en la carrera me hizo sorprenderme leyendo (y disfrutando con ello) a Homero, Kafka, Borges, Joyce… pero no clasifico cuando leo.

Sobre mi familia

Somos un buen equipo. Bruno y, especialmente, Darío son desquiciantes pero al final siempre nos camelan ¡son unos maestros del ARC! Y Cris… qué voy a decir, es como Samsagaz Gamyi, el mejor compañero de camino. No me imagino la vida sin ella.

Sobre mi trabajo

Mi trabajo no es un trabajo: Es una responsabilidad y una cruzada. Y como tal da grandes satisfacciones pero también cuesta mucho. Muchas veces he pensado que todo lo que he hecho en la vida era para llegar a donde estoy ahora pero últimamente pienso mucho en esa cita de Bertolt Brecht: «Hay hombres que lucharon un día y son buenos. Hay otros que lucharon un año y son mejores. Hay quienes lucharon muchos años y son muy buenos. Pero hay los que lucharon toda la vida: esos son los imprescindibles» y me pregunto de cuáles soy yo.

Sobre mi país

No soy chovinista y me fastidia ese tono de España como una religión, pero lo cierto es que me gusta este país y aún no he conocido otro sitio donde me gustaría vivir mejor que aquí.

Sobre mi organización de Scientology

Mi Org es ya un monumento más de Madrid. Me gusta cuando el público se va y me agradece la hospitalidad que ha recibido.

Cómo me hice scientologist:

Eso ya lo conté en «Mis andanzas…» así que no voy a insistir.

Mi mensaje para ti: Me alegro de que estes ahí y te comuniques conmigo.