Por qué «no queremos» a la Psiquiatría (II)

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Hay gente que se beneficia económicamente de la industria psiquiátrica y públicamente proclama sus «bondades».

Con el «argumento» de que tenemos una «obsesión con la psiquiatría», estos individuos critican, atacan o intentan ridiculizar el empeño de Scientology y de sus miembros en dar a conocer la verdad sobre esta pseudociencia. De estos miembros, el Sr. Tom Cruise ha sido elegido como blanco favorito de sus ataques.

Una cosa es cierta: No queremos a la psiquiatría. Como no queremos el crimen, ni la guerra, ni la demencia.

El artículo a continuación fue publicado originalmente por el Boston Globe el 19 de Junio de 2007 y reseñado 2 días después en el blog de Gypsymoth, ambos en inglés. Expone el punto de vista de un psiquiatra infantil que no se opone a la «medicación» con drogas psiquiátricas para niños, pero demuestra que hasta personas como él, tienen un límite.

El extracto que publicamos aquí, así como los datos que le siguen, nos dan el segundo vistazo de la serie al por qué no queremos a la psiquiatría.

Estándares equivocados de atención

Por Lawrence Diller

Como médico, hice lo impensable en una reciente conferencia sobre desorden bipoloar en niños. Asigné a otro médico la responsabilidad moral por la muerte, el pasado mes de diciembre, de Rebecca Riley, de 4 años. El nombrar personas, en medicina, es algo que no se hace a menudo, y estaba conciente del riesgos personal y profesional que corría. A pesar de ello, me sentí obligado a nombrar a Joseph Biederman, jefe de la clínica pediátrica de psicofarmacología del Hospital General de Massachusetts, como culpable moral de proveer la «ciencia» que hizo que Rebecca muriera.

Los padres de Rebecca han sido encarcelados y se les acusa de su muerte. Se les acusa de haberle dado intencionalmente una sobredosis de clonidina, una droga sedante contra la hipertensión, uno de tres medicamentos psiquiátricos prescritos por un psiquiatra infantil del Tufts-New England Medical Center. Rebecca había estado en tratamiento con estos medicamentos desde los 2 años y medio, por un pretendido diagnóstico de desorden bipolar –el nuevo nombre para la depresión-maníaca.

Mientras que el psiquiatra implicado se ha abstenido de hacer comentarios sobre el caso, su abogado y el centro médico han defendido sus acciones como «dentro de los estándares de atención.» Biederman y sus colegas en Harvard son los profesionales mayormente responsables de desarrollar y promover esos estándares de atención, que incluyan diagnosticar preescolares de hasta 2 años con desorden bipolar y tratarlos con medicación múltiple.

Biederman dejó en shock al mundo de la psiquiatría infantil en 1996 al anunciar que casi un 25% de los niños que él trataba por desorden de hiperactividad y déficit de atención también correspondían a sus criterios para el desorden bipolar. Hasta entonces, el desorden bipolar era raramente diagnosticado en adolescentes y jamás se oía en los casos de niños menores de 12 años.

[…] Incluso la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente, en sus parámetros recientes para la diagnóstico de niños evita la diagnosis bipolar y su consiguiente tratamiento médico en menores de 6 años. A pesar de esto, hay miles de potenciales Rebecca Rileys que se tratan con drogas psiquiátricas múltiples porque Biederman ha dicho que es aceptable y necesario. Apoyado por millones de dólares de fondos para promoción de la industria farmacéutica, Biederman y sus colegas circundan el planeta ofreciendo «educación médica profesional» sobre su singular punto de vista.

[…] No estoy en contra de las drogas psiquiátricas para niños. He prescrito a niños por 30 años en una práctica clínica no atada a la industria farmacéutica.

Al nombrar a este médico, me arriesgo a la censura y a la pérdida personal de credibilidad, en defensa de un concepto y tratamiento más amplio para niños con problemas del comportamiento. Pero esta vez, Dr. Biederman, usted ha ido demasiado lejos.

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El Dr. Lorenzo Diller practica pediatría del comportamiento y desarrollo en Walnut Creek, California, y es el autor de El último niño normal: Ensayos sobre la intersección de niños, cultura y drogas psiquiátricas.
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Existen en la actualidad 17 millones de niños en el mundo que toman drogas psiquiátricas, altamente adictivas, que alteran la mente.

Si entraras a una escuela promedio en Inglaterra, Australia, Canadá o Estados Unidos, o incluso a algunas escuelas mexicanas en la actualidad, se te perdonaría por pensar que habías entrado a una clínica de salud mental, pues los niños forman fila para recibir su dosis diaria de drogas estimulantes.

El agente activo del ritalin, una de las drogas más usadas para niños, es el metilfenidato, que produce estímulos similares a los de la cocaína. La eficacia del metilfenidato nunca se ha comprobado, ya que es prescrita masivamente para una enfermedad inexistente: El ADHD, Desorden de Déficit de Atención e Hiperactividad.

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Para mayor información, descarga el archivo pdf Drogando a los Niños. (Necesitarás algo de paciencia, dependiendo de la rapidez de tu conexión a Internet). Si deseas la información en forma audiovisual, ven a la Misión o a tu Organización local y ve el DVD Psiquiatría: Una Industria de la Muerte.

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