Trastornos psiquiátricos: Los hechos detrás de la campaña millonaria de marketing

A continuación, les presentamos la traducción íntegra de una página publicada originalmente por la Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos Internacional –CCHR Int como soporte de su muy exitoso video Etiquetas psiquiátricas de trastornos inventados.


20 millones de niños son etiquetados con «trastornos mentales» que se basan únicamente en una lista de comportamientos. No hay escáneres cerebrales, radiografías, pruebas genéticas ni de sangre que demuestren que son enfermos mentales. Sin embargo, a estos niños se les prescriben drogas psiquiátricas peligrosas que ponen en riesgo su vida.

La droga infantil es una industria de 4.8 mil millones dólares al año.

1. No existen pruebas que puedan demostrar que los «trastornos» mentales son condiciones médicas. El diagnóstico psiquiátrico se basa únicamente en la opinión.

La psiquiatría y la industria farmacéutica gastan miles de millones de dólares al año con el fin de convencer al público, a los legisladores y a la prensa que los trastornos psiquiátricos —como el trastorno bipolar, la depresión, el trastorno de déficit de atención (ADD/ADHD), el trastorno de estrés postraumático, etc.— son enfermedades, iguales que las condiciones médicas verificables, como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardíacas.

Esto es simplemente una forma de mantener su control sobre la industria de la droga psiquiátrica, que factura 84 mil millones dólares al año y que se basa en la comercialización, no en la ciencia.

A diferencia de la enfermedad médica real, no hay pruebas científicas para comprobar la existencia médica de ningún trastorno psiquiátrico.

A pesar de sus intentos de demostrar, durante décadas, que los trastornos mentales corresponden a condiciones biológicas del cerebro, debido a desequilibrios químicos o factores genéticos, la psiquiatría no ha sido capaz de probar que siquiera uno de los centenares de los llamados trastornos mentales se debe a un defecto o «desequilibrio químico» del cerebro.

Para contrarrestar esta falla evidente en su empuje para medicar los comportamientos, la industria psiquiátrica plantea que hay ciertas condiciones médicas que no cuentan con pruebas verificables, de modo que es por eso que tampoco las hay para la «enfermedad mental.» Esto es, francamente, un argumento muy débil. Aunque puede haber raras condiciones médicas que no cuentan con evidencia médica verificable, no hay ningún trastorno psiquiátrico que se pueda verificar médicamente como una anomalía física o enfermedad. Ni uno solo.

De hecho, los «escáneres cerebrales», a los que se ha estado recurriendo como prueba de que la esquizofrenia o la depresión son enfermedades del cerebro, son simples falacias. La mayoría de estos escáneres han sido llevados a cabo en pacientes que estaban bajo tratamiento con fármacos psiquiátricos, tales como antipsicóticos (de los cuales se ha documentado que causan atrofia cerebral). Otros escáneres cerebrales mostraban cerebros de niños más pequeños para «compararlos» con otros más grandes –que correspondían a niños mayores– y se afirmaba entonces que los niños con TDAH tenían cerebros más pequeños. Ningún escáner cerebral ha demostrado concluyentemente que los trastornos mentales provienen de anormalidades del cerebro.

Si realmente existieran tales escáneres cerebrales de verificación, o si de hecho algún exámen médico o prueba científica pudiera verdaderamente demostrar una anormalidad física/médica como causa de un trastorno psiquiátrico, no hay duda de que los pacientes se harían estas pruebas antes de permitir que se le administraran medicamentos psiquiátricos.

Esto es un hecho: No hay exámenes genéticos, ni escáneres cerebrales, ni análisis de sangre, ni pruebas de desequilibrio químico, ni rayos X que puedan demostrar científica o médicamente que un trastorno psiquiátrico es una condición médica. Punto.

Mientras que las enfermedades reales se descubren en los laboratorios, los trastornos psiquiátricos los inventa un comité que vota para decidir si existen o no.

2. Sí, la gente puede deprimirse, sentir tristeza, ansiedad e incluso actuar de manera PSICÓTICA. Esto no hace que esté mentalmente «enferma».

Nadie está negando que las personas se deprimen, o se sienten tristes, preocupadas, ansiosas, nerviosas e incluso a veces actúan como psicóticas. La pregunta es, entonces, muy simple: ¿se debe esto a alguna «enfermedad» mental que puede ser verificada del mismo modo que se puede comprobar el cáncer u otra condición médica real? Y la respuesta es NO.

Por ejemplo, ¿los soldados que regresan de la experiencia de la guerra experimentan estrés extremo y a menudo debilitante? . ¿Hay algo que anda mal con su cerebro? No; es el horror de la guerra.

¿Los niños pueden distraerse y no prestar atención? Desde tiempos inmemoriales, la respuesta ha sido . Sin embargo, la psiquiatría ha patologizado estos comportamientos infantiles como «enfermedades mentales».

Lo mismo ocurre con las madres. ¿Puede una madre angustiarse después de vivir un episodio que es motivo de alegría, como el nacimiento de un hijo? . ¿Es una anormalidad cerebral o enfermedad mental? No. Y ¿sería entonces la solución más humana poner a estas personas en tratamiento con fármaco que organismos regulatorios internacionales han documentado que causan manía, psicosis, el empeoramiento de la depresión, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y muerte súbita? ¿Sería la mejor solución que las mujeres embarazadas corran el riesgo de causar defectos o daños congénitos a sus hijos, al prescribírseles drogas tan potentes?

Esto también es cierto de las personas diagnosticadas como «esquizofrénicas». No hay ningún examen médico que verifique que alguien padece la anomalía cerebral o la condición médica de esquizofrenia. Y si bien nadie niega que las personas se vuelven psicóticas, lo cierto es que no hay evidencia biológica que demuestre que la esquizofrenia es una enfermedad cerebral ni que proceda de una anormalidad química.

Considere lo siguiente: si una persona se vuelve psicótica o irracional, ¿realmente  la causa es
un problema médico (no psiquiátrico) subyacente? ¿Por qué un estudio de seguimiento múltiple llevado a cabo durante 15 años determinó una tasa de recuperación del 40% de los diagnosticados con esquizofrenia que no tomaron antipsicóticos, en comparación con un 5% de recuperación para los que sí lo hicieron? ¿Qué pasó con su supuesta «enfermedad cerebral»? ¿Se desvaneció, simplemente?

Por otra parte, si estas personas pudieron recuperarse de un estado mental como ése, ¿merecen que el estigma de la «esquizofrenia» siga formando parte de su expediente médico permanente? ¿De por vida? Piense en ello. Imagine que usted tiene una condición de obesidad, un sobrepeso extremo. Pierde todo el sobrepeso, por lo que ya no sufre de obesidad. Sin embargo, sus expedientes médicos siguen afirmando que usted padece obesidad.

Y si la esquizofrenia es realmente una «enfermedad», a pesar del hecho de que no hay evidencia médica o biológica (tenga en cuenta que no hemos mencionado especulaciones ni teorías, sino evidencia), entonces ¿por qué el psiquiatra Loren Mosher –ex Jefe de Investigación de la Esquizofrenia del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH)– declararía abiertamente que no existe la condición biológica de esquizofrenia como enfermedad ni disfunción cerebral? ¿Y por qué la industria de la salud mental no utilizó sus estudios con resultados durante 2 años que demuestran que las personas diagnosticadas con esquizofrenia pueden recuperarse sin el uso de fármacos? ¿Es porque está demostrado que la recuperación es posible, refutando así la teoría de que algo andaba mal con su cerebro? ¿O fue el hecho de que estas personas se recuperaron sin el uso de drogas, poniendo así en peligro una industria farmacéutica multimillonaria? Quizá esto explica que Mosher fuera despedido de su cargo en en NIMH.

3. La campaña de «Alto Al Estigma De La Enfermedad Mental» es presentada por… las grandes farmacéuticas

Con una agenda aparentemente altruista, la verdad es que la campaña para acabar con el «estigma» de la enfermedad mental es impulsada y financiada nada menos que por aquellos que se benefician de que cada vez más y más personas se etiqueten con enfermedades mentales: las farmacéuticas, la psiquiatría y los grupos financiados por farmacéuticas, como el NAMI y el CHADD, por nombrar sólo dos. A modo de ejemplo, los «patrocinadores» de la campaña de NAMI para detener «el estigma» y «terminar con la discriminación» en contra de los enfermos mentales, eran los laboratorios Abbott, Bristol-Myers Squibb, Eli Lilly, Janssen, Pfizer, Novartis, SmithKline Beecham y Wyeth- Ayerst.

El hecho es que la «estigmatización» viene precisamente de aquellos que se benefician de que las personas sean etiquetadas/estigmatizadas con trastornos mentales sin evidencia médica ni pruebas biológicas. Para muestra, algunos botones. Si usted es rebelde, se le estigmatiza con la etiqueta de «trastorno de negativismo desafiante.» Si su hijo actúa como un niño, es estigmatizado con la etiqueta «TDAH«. Si se siente triste o infeliz (incluso temporalmente), es estigmatizado con las etiquetas «depresivo» o «trastorno bipolar». Si usted es tímido, se le etiqueta con «trastorno de ansiedad social«. Por otra parte, a usted o a su hijo ahora se les estigmatiza de por vida ya que estas etiquetas, que se basan únicamente en la opinión, son ahora parte de su expediente médico a pesar de que no hay evidencia médica que demuestre que son «enfermos mentales».

4. Las etiquetas psiquiátricas SON el problema

Cada vez más gente se da cuenta de que sólo porque un niño sea inquieto, o pierda sus lápices o juguetes –ambos, criterios para un diagnóstico de «TDAH»–, esto no significa que sea un enfermo mental. De hecho, muchos ahora afirman que los niños diagnosticados «TDAH» sufren en realidad de envenenamiento por plomo, alergias, mala alimentación o destrezas de lectura insuficientes y no de una «enfermedad» mental. El problema es que siguen usando la etiqueta psiquiátrica, el TDAH, que estigmatiza al niño como «mentalmente enfermo».

Si, de hecho, un niño sufre de envenenamiento por plomo, entonces ¿por qué no llamarle envenenamiento por plomo? Si no se le ha enseñado a leer, ¿por qué no decir simplemente que no se le ha enseñado a leer? Lo mismo puede decirse de todos los diagnósticos psiquiátricos –todos y cada uno de ellos estigmatiza a la persona que se etiqueta.

Los diagnósticos psiquiátricos son simplemente una lista de conductas que los psiquiatras han compilado en listas más pequeñas; les han dado un nombre, agregando «Desorden» al inicio; y han votado por cada una para que sea incluida en su Biblia de Facturación: el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM), como un trastorno «legítimo».

Este es un gran negocio, grande, pero ni siquiera se acerca a un diagnóstico legítimo. Al menos no en un contexto médico o científico. ¿En un contexto con fines de lucro? Claro. Porque estas nuevas listas de comportamientos y nuevos «trastornos» son la base de los miles de millones de dólares de la industria psicofarmacéutica. Es la forma en que se les paga. Recuerde, sin etiqueta psiquiátrica, no se prescribe ningún fármaco; sin etiqueta psiquiátrica, no se le puede facturar a la compañía de seguros.

Así que hasta que dejemos de usar estas etiquetas, que no significan otra cosa que lo que un psiquiatra decidió que era una «enfermedad» mental, nunca nos libraremos del estigma. Porque estas etiquetas están respaldados por intereses corporativos, no por la medicina; no por la ciencia.

5. Las drogas psiquiátricas son un gran negocio y la psiquiatría/farmacéuticas están haciendo su agosto: 84 mil millones de dólares anuales

La razón principal de que la gente tome drogas psiquiátricas es que se le ha enseñado a creer que padece una condición médica llamada trastorno psiquiátrico, que justifica su tratamiento con fármacos.

Se trata de una campaña de marketing brillante, pero no es ciencia.

Cualquier droga cambia el comportamiento o el estado de ánimo, se trate de cocaína, alcohol, marihuana o de heroína. Esto no significa que alguien que actúa o se siente diferente cuando ha consumido cocaína es porque tiene un desequilibrio de cocaína que la cocaína entonces ha corregido. Significa que las drogas cambian el humor, las emociones y el comportamiento.

Pero mientras que el consumo de drogas ilícitas es universalmente mal visto como el peor de los medios para que alguien enfrente sus problemas, los fármacos psiquiátricos se presentan falsamente como las drogas «buenas», a pesar de ser mucho más adictivas que la cocaína o la heroína, y de tener efectos secundarios que rivalizan con las drogas más «duras» de la calle, como el LSD, la heroína y el crack.

6. Dónde obtener datos sobre los riesgos de las drogas psiquiátricas y sus efectos adversos

Debido a que el público ha sido tan engañado por la industria psiquiátrica/farmacéutica sobre los peligros de las drogas psiquiátricas, la CCDH ha creado un sitio web singular, una base de datos de fácil búsqueda de efectos secundarios de drogas psiquiátricas, que contiene todos los estudios internacionales y las advertencias de regulación farmacéutica que han sido publicadas, tanto por clase de fármacos (antidepresivos, antipsicóticos, ansiolíticos, estimulantes, etc.) como por marca, como Prozac, Zoloft, Paxil, Risperdal, Seroquel, Ritalin, etc.

Estos datos son proporcionados por la CCDH como un servicio público gratuito, a fin de ayudar a las personas a tomar decisiones informadas, basadas en hechos y no en campañas de marketing.

7. Por qué los tratamientos seguro y eficaces para las dificultades mentales se mantienen enterrados

El problema mayor es que el modelo biológico de fármacos (basado en la campaña de marketing que clasifica falsos trastornos mentales como enfermedades) impide que los gobiernos financien soluciones médicas reales para personas que experimentan dificultades.

Hay tratamientos médicos viables, no dañinos, que no reciben fondos gubernamentales porque la industria psicofarmacéutica gasta miles de millones de dólares en publicidad y cabildeo –incluyendo cientos de sus «grupos de derechos de los pacientes» financiados por farmacéuticas– para contrarrestar cualquier modalidad médica incompatible con su modelo biológico de medicación de los trastornos mentales como enfermedades. ¿Por qué? Porque de otra forma, miles de millones de dólares de ingreso para la industria psicofarmacéutica se perderían.

Es una industria que una y otra vez ha demostrado que pone las ganancias por encima de vida de los pacientes.

Ver soluciones no farmacológicas y alternativas en este enlace.

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38 comentarios en “Trastornos psiquiátricos: Los hechos detrás de la campaña millonaria de marketing

  1. pedro acevedo

    Estoy poniendo esto en facebook para toda mi gente, tomando fracmentos e invitandolos a ver la pagina, esta pagina es espectacular para TODO tipo de persona y esta muy COMPLETA… FELICIDADES Y MUY BIEN HECHO.

    1. Excelente, Pedro. Muchas gracias por tu validación a nuestro blog. Si no lo has hecho, no olvides suscribirte para estar al tanto de nuevas publicaciones. Un abrazo, Milla

  2. Mejor informacion al respecto, no pudieron haber hecho, clara, concisa y precisa, la diseminare lo mas que pueda de hecho, siempre estoy hablando al respecto con todas las personas que mas puedo,felicitaciones,!! y claro ! que podemos hacer halgo al respecto!.

  3. Excelente, Ángeles. facebook es un buen medio, el correo electrónico también…. animar a tus amigos a que se suscriban es otro… y así sucesivamente. Gracias por tu validación.

      1. Tienes razón, por eso es que debemos correr la voz y hacer que las personas sepan, investiguen y saquen sus propias conclusiones sobre si quieren eso para su vida o buscar nuevas alternativas que no sean dañinas.

        Gracias por tu comentario y corre la voz.

      2. Tienes toda la razón, pero eso ocurre porque el público cree que estas personas tienen las respuestas a problemas que les aquejan. Está muy arraigado en la sociedad la confianza por falta de información y observación objetiva de las consecuencias de estos tratamientos. Estos artículos son un esfuerzo por sembrar la inquietud para una mirada más inquisitiva a estos asuntos.

  4. LOS FELICITO POR TAN VALIOSA INFORMACION, DEFINITIVAMENTE CADA DIA Q PASA ME CONVENSO MAS Y MAS DE LAS GRANDES MENTIRAS DE LA PSIQUIATRIA Y LA PSICOLOGIA, PRACTICAS SIN NINGUN FUNDAMENTO CIENTIFICO Y CARENTES DE TODA VERACIDAD ACADEMICA, QUE LEJOS DE AYUDAR A NUESTRA SOCIEDAD HAN HECHO TODO LO CONTRARIO INVENTANDOSE TRANSTORNOS Y ENFERMEDADES MENTALES QUE LO UNICO QUE BUSCAN ES ENSANCHAR SUS ARCAS!!!

    1. Maki P

      Me disculpa si no estoy de acuerdo en su posición sobre la psicología. Yo no confío en psiquiatras pero todavía creo los psicólogos, aunque sea porque no pueden recetar medicinas. A mí los psicólogos si me ayudaron, uno incluso dijo que mis profesoras eran las que tenían el problema, no yo!

  5. Nefertare

    A mi hijo le diagnosticaron TDAH con 7 años pero me negué a darle medicación, hoy tiene 19 años es un adulto sano, solo necesita la motivación necesaria para saber que hacer en con su futuro, tal y como es la sociedad actualmente es dificil, pero es un chico sano

  6. Muchas gracias Arley por tu comentario, me alegra que esta entrada haya sido útil para ti. No está lejano el día en que estas barbaridades sean conocidas por toda la gente.

    Nefertare, hiciste lo correcto, le salvaste la vida a tu hijo. Ojalá hubiera más padres y madres tan sensatos y valientes como tú. Todos los chicos necesitan atención y motivación de sus padres. Para eso es que los padres estamos, ése es nuestro trabajo.

    Angel, ¿trabajo social? ¡jajajaja! Perdona, pero me parece gracioso. Yo le llamaría antisocial y me parece que esto sí es irrefutable. Déjame preguntarte algo: ¿realmente te tomaste la molestia de leer este artículo completo? Por otra parte, te comento que en el pasado ya le hemos dado suficiente «promoción» al blog de tu amigo Paulo, por lo que retiré el enlace que colocaste al final de tu comentario, especialmente después que vi que él «prohibe totalmente hacer proselitismo al ateismo o sectas religiosas no cristianas». Digamos que, en este caso, decidí seguir su ejemplo. ;-)

  7. Maki P

    Yo siempre he sido etiquetada; cuando era niña me dijeron de todo, desde problemas de aprendizaje hasta Déficit Atencional. Recientemente encontré una que me sirve y no interfiere con mi vida y finalmente estoy bien. Pero hasta entonces tuve que soportar médicos y profesores tratando de adivinar que estaba «mal» conmigo, hasta que me volví adulta y dejaron de preocuparse por mí. No le tengo rencor a ninguno, pero nunca he confiado en psiquiatras; la idea de medicar a las personas para «curarlas» me altera y me alivia saber que estoy justificada.
    Personalmente me alegra que mis padres nunca le hicieron caso a los «especialistas» y me ayudaran a convertirme en una persona sana y feliz, yo creo que es lo que necesitamos: Educación para el bienestar Social y Mental, no medicamentos

  8. Muchas gracias, Maki, por tu comentario. Eres afortunada de haber tenido padres como los que tienes y definitivamente estás en lo correcto en lo que piensas. Muchas veces se requiere una inteligencia por encima de lo normal para ser capaz de cuestionar las opiniones de los «profesionales» sobre lo que anda «mal» con cada uno de nosotros. Me alegra saber que fuera tu caso.

  9. Pingback: Etiquetas psiquiátricas de trastornos inventados « •(♥)• EN UN RINCÓN DEL ALMA •(♥)•

  10. m

    Muchas cosas no son ciertas.
    «A diferencia de la enfermedad médica real, no hay pruebas científicas para comprobar la existencia médica de ningún trastorno psiquiátrico.» No es verdad. Hay evidencias sobre alteraciones química y de impulsos eléctricos en el cerebro que son la base de algunas enfermedades.
    Y por cierto… ¿la epilepsia por ejemplo también es una opinión psiquiátrica? ¿Las convulsiones son una opinión? Hay bases científicas, no todo es una votación entre profesionales.

    Tampoco es cierto que los psicofármacos sean más más dañinos que el crack (¿de dónde sacaron tal pavada?).

    Con otras cosas, sí estoy de acuerdo: contra las etiquetas, contra la medicalización de las acciones cotidianas, contra la idea de solucionar todo con pastillas…

    Pero no por defender esas ideas hay que mentirle a la gente.

    1. Dices «muchas cosas no son ciertas» y luego hablas de «mentirle a la gente» y sólo planteas UNA cosa escrita en este artículo como «no cierta». No sé de dónde sacas tú la pavada de que UNA cosa son «muchas cosas».

      Lo cierto es que no hay evidencia de alteraciones químicas ni eléctricas. A los pacientes NO se les hace ningún tipo de prueba ni de análisis para determinar las supuestas alteraciones que algún «estudio comprobó» alguna vez (supongo yo) que se producían. Los diagnósticos se basan sola y únicamente en opiniones.

      El artículo no habla de epilepsia ya que ésta, efectivamente, es comprobadamente una enfermedad médica, no un «trastorno» psiquiátrico, por lo que es tratada por médicos competentes, no por psiquiatras.

      La afirmación de que los efectos secundarios de los psicofármacos rivalizan (no dice que son «más dañinos»… ¿por qué alteras lo que dice el artículo?) con otras drogas como el LSD y el crack, proviene de la horrible lista de efectos «secundarios» que provocan, incluyendo la muerte.

      Luego de leer tu comentario, muchos lectores se preguntarán quién es que le miente a la gente.

  11. Ciertamente, los diagnósticos dan mucho para analizar, pero no solamente, en donde viertan su opinión 1 reducido grupo de especialistas y determinen kmo evaluar a la gran sociedad!! Y por supuesto, en el que solo se involucran los intereses económicos de las grandes empresas…
    Gracias por la información!!!!

  12. Pingback: La Gran Mentira de las Enfermedades Mentales « Conciencia Ecuménica

  13. Blanca

    Gracias por la luz de tu aporte, necesitamos mas gente como tu, que ayude a despertar la consciencia, que permite darnos cuenta de la manipulación y el control que ejercen unos cuantos, culturalmente hemos apoyado la idea de la salud y la medicación que nos han inducido por años y años cuando ahora podemos comprobar que el cuerpo es auto regulable y que el origen de todas las «enfermedades» esta en las emociones que vamos coleccionando en nuestra vida, teniendo la solución en la hermosa sensación de la Gratitud y Amor incondicional. Bendiciones y Amor para ti, voy a colgarlo en mi facebook,

  14. Aleph

    A ver, soy estudiante de psicología y tengo una enamorada que padece de lo que se llama Trastorno de Ansiedad Generalizada, bien, pues si no hay evidencia , no entiendo entonces porque ella que no dejaba de pensar en que se iba a morir o le iba a ocurrir algo no se le quito hasta tomar lo que le receto la psiquiatra, una vez estando calmada pudo asistir a terapia psicológica (aunque aun sufre de esos ataques) puede llegar a calmarse, la medicación que se le dio fue bajando en dosis de acuerdo a sus progresos. Mira yo no comparto la idea de las Etiquetas es más no creo que un ser que es único en el universo pueda tener una lista de síntomas similar a la de otra persona. A mi parecer esto no es mas que un mal manejo de la información, ya que a todos los niños que se mueven un poco se les llama niño con TDAH incluso he llegado a escuchar de una bebe de 7 meses con TDAH (que risa).

  15. Raul

    Pasas el link en el que se publico este estudio: ¨ ¿Por qué un estudio de seguimiento múltiple llevado a cabo durante 15 años determinó una tasa de recuperación del 40% de los diagnosticados con esquizofrenia que no tomaron antipsicóticos, en comparación con un 5% de recuperación para los que sí lo hicieron? ¨

  16. elena

    Pues yo creo que habría que analizar caso por caso, los trastornos psiquiatricos sí que existen, ¿que no se puede demostrar mediante analíticas? si, pero hay enfermedades físicas que tampoco, por eso en los diagnósticos psiquiatricos nunca se pone que 100% padezcas esa enfermedad, si no que tienes unos síntomas compatibles con el trastorno que sea.

    La medicación si que es necesaria a veces, no se puede ser tan radical, ¿que habrán médicos que receten sin necesidad?, no lo niego, pero eso que se lo digan a una madre de hijo esquizofrénico, que de pornto le da por coger un cuchillo para lo que ya sabemos.

    Si se deja de tratar un problema psiquiátrico por esta razón de no creencia y rechazo hacia los psiquiatras y a los medicamentos psiquiátricos, este problema podría empeorar y la persona que lo sufre pasa por un calvario innecesario.

    No digo que esto no pueda suceder, pero no se puede ser tan radical, hay niños que sí que necesitan medicación, y la tardanza en ser tratados les puede dejar secuelas irreparables.

  17. miriam

    una pagina excelente,yo he vivido y estoy viviendo todo esto.tengo psicologa por la seguridad social,que me veía cada mes y pico y cada vez que iva me cambiaba tratamiento,he llegado a tomar hasta gotas para enfermos terminales,la solución pagarme un psicologo privado que de verdad me está ayudando,pero ese es el problema,de pago,para poder salir de un pozo que con tantas pastillas me hundian mas.graciaas por esta pagina.

  18. Olga

    Hola. Si me permiten hablar desde mi experiencia, mi hijo fue diagnosticado con TRASTORNO DE ATENCION DISPERSA E HIPERACTIVIDAD, un pediatra especializado le receto ritalin, pero si bien al comienzo debia tomar un cuartito de lapastilla, y adquiria atencion por las 4 hs. de cursado en la escuela, luego tenia que ir subiendo la dosis a media pastilla y luego 3/4 y luego entera, pero cada vez el tiempo de atencion era menor y los efectos colaterales se agravaban, como ser agresividad, temblores, y el mismo decia que sentia que el corazon se le salia del pecho y que sentia algo que no podia controlar, no dormia en toda la noche , en fin sus habitos estaban descontrolados, asustada acudi nuevamente al Dr. quien le dio pastillas tranquilizantes, cuando volvia de la escuela tomaba una pastilla para dormir, por ende iba a la escuela con residuos de esa pastilla y se dormia en el banco, todo este tratamiento no duro mas de 6 meses, cuando con las maestras, decidimos no medicarlo mas, y tambien por consejos de una amiga que tenia un hijo con las mismas caracteristicas que mi hijo y vivia en Italia, y alla no los medicaban sino que les daban una atencion personalizada, mas cercana en grupos de pocos niños la maestra podia dedicarles mas tiempo a cada uno, por esos consejos las maestras cambiaron su postura, y con mucho amor y dedicación por parte de ellas y por supuesto de nosotros, sus padres. Por momentos llegue a pensar que ni si quiera terminaria la escuela primaria, no podia llevar una carpeta completa, pero daba clases verbales magistrales. Y así siguio su vida, con el sacrificio de todos, pero sin medicación hoy esta en la universidad, con altibajos, cambiando de carrera por eleccion vocacional, pero es un joven amoroso, que piensa en su futuro, tal vez sigue distraido (colgado como dicen los jovenes). Pero ahora mas que nunca leyendo este articulo veo que hicimos lo crrecto sacandole la medicación, Preferia un hijo sin un titulo , si así se daba pero no un adicto. Es por sobre todas las cosas una buena persona.

    1. Como tu historia muchas se repiten con un final no tan halagador. Por eso debemos seguir educando a las personas para que sepan a lo que enfrentan y las opciones que tienen.

  19. Saraí

    Hola, soy psicóloga, y mi hermano es residente de Psiquiatria en la ciudad de México. A mi me gusta, y además promuevo, el trabajo humano de la estigma social, del respeto mutuo, de la aceptación a la diferencia, del trabajo de nuestras emociones y experiencias de vida, desde la psicologia. Si hay algo precisamente que amo de mi carrera es el acercarse a la gente para aprender a encontrarnos, a querernos, a compartirnos y a vivirnos de la mejor manera que sea para nosotros mismos. Aprendo mucho de mis pacientes, así como, espero, ellos de mí. Para mi, la psiquiatría siempre me ha dejado mucho que desear, empezando por la forma lineal, cerrada y obviamente médica, con la cual resuelven los problemas complejos del comportamiento humano, y terminando porque, como me he dado cuenta a través de la experiencia de mi hermano, los psiquiatras residentes de primer año (quiénes no tienen experiencia, ni conocimiento alguno sobre las enfermedades mentales y el trato con la gente) son los encargados de diagnosticar de primera vez y medicar a los pacientes que acuden a los hospitales psiquiátricos. Tengo muy malas referencias, porque esos hospitales los ponen a atender gente SIN CAPACITARLOS, han pasado atrocidades por negligencia médica, gente medicada con antipsicóticos sin antes revisar su historia clínica y de vida, quiénes tienen muchas complicaciones posteriores, y con quiénes además se han visto una gran índice de recaídas en los pacientes. Yo creo que la salud mental y emocional son temas delicadísimos, que cualquier persona con sentido común, puede entender que no se resuelven con un medicamento, por muy probado o caro que sea, ésa no es la única solución. Yo entiendo su forma de entender el comportamiento humano (lineal, rigida, y cerrada), pero no estoy de acuerdo en que se crean los salvadores del mundo, PORQUE NO LO SON. Además, como son los médicos (y cómo la sociedad nos ha enseñado a valorar los médicos) los psiquiatras creen que poseen el conocimiento del cerebro y comportamiento humano en las manos y es muy difícil que acepten sus errores y que además acepten alternativas de tratamiento no médicas, y no médicas me refiero otras disciplinas científicas que también se dedican a la salud mental, como todas las psicoterapias, las terapias alternativas, y el trabajo social.

    Es muy triste que algo tan delicado como la salud mental, se deje en manos de médicos psiquiatras que sólo buscan ampliar su bolsillo y sus intereses individuales de prestigio, y no por el bien de la gente, por el bienestar del paciente. Es muy triste que en vez de unir esfuerzos para cambiar la perspectiva de mi país (México) sobre la salud mental y emocional, psiquiatras desprestigien el trabajo de psicólogos sin si quiera saber cómo se trabaja. Alguna vez han leído sobre la terapia familiar? Los primeros terapeutas familiares empezaron a estudiar la esquizofrenia como un desorden familiar que tenía que ver con la comunicación paradójica y de dobles mensajes, y encontraron cosas sorprendentes en la interacción de la familia para el surgimiento de un paciente «psiquiátrico».
    Ojalá que éste video nos ayude a reflexionar, a abrir nuestras mentes en éste tema. Por mi parte ya lo compartí a mis colegas. Muchas gracias :»)

  20. isabel

    No creo que haya un crimen mas grande que el de diagnosticar y medicar a una criatura que a penas empieza a vivir y que esta llena de energia, curiosodad y entusiasmo por la vida, a lo cual tachan hiperactividad o problema de atencion. ES UNA COBARDIA TOTAL HACERLE ESTO A LOS NINOS, porque ellos no pueden defnderse, opinar ni decidir si tomar tal o cual sustancia y nadie les pregunta obviamente… Papas, por lo que mas quieran, no le pierdan la fe a sus hijos!!!!!!!, amenlos tal cual son, no crean ciegamente en los medicos, investiguen, cuestionen y jamas pongan drogas en el cuerpo de sus peques porque creanme, los perderan para siempre y dos vidas no les alcanzaran para arrepentirse del dano causado.

  21. MIGUEL MACAZAGA

    ES FABULOSO EL TRABAJO QUE HACEN !! USTEDES SON GENIALES!! QUIERO OFRECERLES UN VWD ENORME!!! GRACIAS POR ESTAR AHI !!! ARC, MIGUEL MACAZAGA

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